En ocasiones pensamos que cuidarnos a nosotros mismos no es una tarea y que es algo automático que no hace falta pensar, sin embargo hay que advertir, que cada vez que posponemos lo que es importante para nosotros o cuando nos dejamos llevar por el consumismo, ahí estamos dejando de darle valor a nuestro ser.
Foucault (1998) lo planteó magistralmente, al expresar que el cultivo o el cuidado de si tiene que ver con la inquietud (atención) acerca de lo que ocurre con uno mismo, y tiene que ver con el preguntarse, revisarse, a fin de corregirse o de tomarse más en serio, tiene que ver con el comprenderse a sí mismo. La relación con uno mismo toma el camino de una "soberanía del individuo sobre sí mismo", no precisamente en el sentido de la posesión sino en posibilidad de regresar la mirada hacia uno, hacia lo que ha sido nuestra historia con las experiencias que nos constituyen como personas, es más una liberación de si, a través de su conocimiento y sensibilidad.
Leí este texto y me parece que ayuda a reflexionar:
«Yo soy cuerpo, soy yo y alma»; así habla el niño. ¿Y por qué no hablar como los niños? Pero el despierto, el sapiente, dice: cuerpo soy yo íntegramente, y ninguna otra cosa; y alma es sólo una palabra para designar algo en el cuerpo. El cuerpo es una gran razón, una pluralidad dotada de un único sentido, una guerra y una paz, un rebaño y un pastor. Instrumento de tu cuerpo es también tu pequeña razón, hermano mío, a la que llamas «espíritu», un pequeño instrumento y un pequeño juguete de tu gran razón. Dices «Yo» y estás orgulloso de esa palabra. Pero eso que es aún más grande, en lo que tú no quieres creer, - tu cuerpo y su gran razón-: ése no dice yo, pero hace tu yo."
Anónimo.
Abre unos minutos en la agenda y descubre un espacio-tiempo para saborear tus experiencias de bienestar; podrías por ejemplo respirar con más calma ...
Link para padres que enseñan el cuidado personal a sus pequeños:
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